domingo, 19 de diciembre de 2010

¿Es hora de pensar en nuevo mapa de Atlántico?



Los ministros realizaron un nuevo sobrevuelo sobre la zona de la ruptura del Canal del Dique. José Torres

Faltan unos 100 metros para cerrar el boquete del Canal del Dique, pero este es solo el primer paso contra un desastre natural que se agrava a cada minuto, y por el cual será necesario “esperar que bajen las aguas para ver cómo construimos un nuevo Atlántico”. 

El gobernador Eduardo Verano se refirió así al esfuerzo descomunal que se requerirá para darle un manejo integral al drama humanitario que afrontan más de 120 mil damnificados, al tiempo que se debe lidiar con un río Magdalena de caudales astronómicos. 

Tras una reunión con los ministros de Transporte y de Minas, y los expertos del Cuerpo de Ingenieros de Estados Unidos en la base Aérea Cacom 3, Malambo, Verano explicó que el caudal del río está en 18.500 metros cúbicos por segundo. Lo más alto que había llegado en la historia era 12 mil. Así mismo, aumentó a 2.600 metros cúbicos la cantidad que está corriendo hacia el Canal, 1.600 de los cuales pasan cada segundo por la brecha. 

El agua ha llegado ya a Luruaco, y a municipios de Bolívar, Magdalena y Córdoba.

Tanto Verano como los ministros celebran el avance del cierre del boquete con cautela; saben que un agua que está corriendo con tanta fuerza termina abriéndose camino, inundando otras poblaciones.

El presidente del Congreso, Armando Benedetti, estuvo en la reunión y también advirtió sobre una obligada renovación post-tragedia del Atlántico.

“Los atlanticenses tenemos que acostumbrarnos a que se va a hacer un nuevo mapa”. Insistió en que los esfuerzos ahora se deben concentrar en “hay que refundar municipios. Pensar en la gente”, dado que cerca del 40% del Departamento está bajo 
2.200 millones de metros cúbicos de agua.

Desde Bogotá, el presidente Juan Manuel Santos también sostuvo que ante la magnitud de la tragedia el país debe pensar en la creación de nuevas ciudades; teniendo en cuenta que son demasiadas personas las que permanecerán en un riesgo diario por vivir en zonas inundables, que originalmente pertenecían al cauce del Río.

Verano recordó que las lluvias se extenderán por lo menos otros tres meses. Anunció que tras el cierre, la etapa inmediata será buscar evacuar el agua, y zonas seguras para garantizar “la ubicación definitiva de nuestras personas”. 

Uno de lo retos será generar empleo para “una gente que está acostumbrada a la agricultura. Tendremos que ocuparla en recuperar vías, viviendas”.


Informe de expertos

Los expertos del Cuerpo de Ingenieros de Estados Unidos escucharon ayer atentamente las presentaciones de técnicos locales y contratistas, pero no rindieron un informe sobre sus recomendaciones, como había anunciado la Gobernación. Verano explicó que presentarán sus conceptos a la Embajada, que lo reportará esta semana. No obstante, Germán Cardona, ministro de Transporte, adelantó que los expertos “coinciden en que se está haciendo todo lo que corresponde”.

sábado, 18 de diciembre de 2010



Reversazo: se queda Giovanni





Desilusionado, decepcionado y con algo de molestia encontramos a Arturo Char Chaljub en su residencia. El que hasta ayer era presidente del Junior acababa de ser desautorizado por su padre, Fuad Char, y otros de los máximos accionistas del equipo.

Su anuncio público (con declaraciones y comunicado oficial) que confirmaba el jueves la salida de Giovanni Hernández del cuadro rojiblanco, tuvo un reversazo 24 horas después en contra de su voluntad. 

En diálogo con EL HERALDO y Al Día, Char Chaljub manifestó que renuncia a la presidencia del equipo y dio sus opiniones en torno a este novelón que finaliza con la permanencia del jugador en el club. Ayer firmó un contrato que lo unirá por dos años más. 

¿Qué pasó para que se diera este reversazo que sorprendió a todos?

El deseo de conservar a Giovanni por encima de lo que ha sido la voluntad mía de defender la institución y la dignidad. Hay personas que le dan más valor a unas cosas que a otras.

¿Renuncia al equipo ante la desautorización?

No tengo más salida. No me queda otra opción distinta porque Giovanni prácticamente pasó por encima de mí y es más importante que la institución que está representada en mí. Yo quedo muy mal ante los jugadores y el cuerpo técnico. Pierdo toda la autoridad.

¿Cuál es el sentimiento ahora?

Todos somos distintos y cada ser humano le da un peso específico a ciertas cosas. Para mí, en un equipo de fútbol hay ciertos principios que no pueden faltar, la palabra, la dignidad, la honestidad, la sinceridad. Yo le perdí toda la confianza a Giovanni. Si él se queda, yo me voy.

¿Cómo sintió el respaldo de su familia, que es la dueña del Junior?

Yo estaba como representante de los dueños del equipo. Me habían entregado la responsabilidad para defender sus intereses, implementando mis criterios. Todos los que hacen parte de la Junta quieren lo mejor para el equipo. Yo busco eso de una forma y ellos de otra. Todos con la mejor intención.

¿Siente rabia o decepción?

No rabia, pero sí una mezcla así de las dos porque me había ilusionado mucho, estaba deseoso de poder estar en Junior de manera permanente, que mi presencia se convirtiera en un apoyo.

¿Cómo vislumbra el futuro del Junior con estas decisiones tan cambiantes y con la falta de institucionalidad?

La decisión de hoy se toma con la mejor voluntad, yo lo sé. Simplemente que yo no la comparto. Creo que quien esté el día de mañana en la presidencia del equipo, igual va a intentar hacerlo con su criterio.

¿Usted se sintió chantajeado por Giovanni?

El hecho de que él haya pasado por encima de mí, siento que de alguna manera ratifica que él no ve en mí una instancia máxima sino un intermediario. Buscó otros mecanismos para lograr su contrato. Pasó por encima de mí. Él tiene hoy más fuerza que yo para conseguir cosas en Junior.

¿Cambio la imagen que tenía de Giovanni?

Sí, yo pienso que en Junior han llegado jugadores más grandes que él y mucho más humildes. El Pibe Valderrama nos llevó a tres mundiales y fue el hombre más sencillo y humilde. Arreglaba sus contratos con el Junior en 32 segundos, sin novelas ni culebrones, y miren lo grande que es, siempre ha sido el más grande. No me queda un buen sabor de todo esto.

¿A usted lo llamaron y le dijeron: vamos a tratar de solucionar todo esto, o simplemente tomaron la decisión y ya?

En la mañana de hoy se me comentó y me confrontaron frente a esta decisión, pero yo hice saber mi posición y dejé que se procediera. Una vez conocí que se procedió, ya me di por enterado que no tenía nada qué hacer ahí.

¿Qué hizo Giovanni Hernández para pasar por encima de usted? ¿Qué convenció al resto de la Junta Directiva para que se reversara la decisión?

Buscó los mecanismos para llegar a uno de los dueños del equipo y así conseguir su contrato.

¿Se aceptó lo que él quería?

Yo no sé, ya no quiero saber de ese contrato. 

¿Ya tenía listo a Macnelly Torres?

Ya habíamos avanzado bastante con Colo Colo. Estábamos bastante cerca de traerlos.

¿También tenía cerca a un delantero?

Estábamos buscando fórmulas para incorporar a Teófilo por Bacca. Buscamos opciones con los representantes para traer a Teo. Se iba a enviar la propuesta.

¿Todo lo deja en manos del resto de la Junta?

Sí. Incluso, si se va Giovanni tampoco sigo. No es cuestión de Giovanni o yo. Ya no tengo el mismo deseo.

Usted tiene mucha confianza con varios de los jugadores del Junior, ¿cómo cree que caerá toda esta situación al interior del grupo?

Me imagino que ellos tenían la ilusión de tenerme ahí cerca. Yo era una persona a la que podían tener acceso con facilidad, pero les envié un mensaje de que en la vida estas cosas pasan, esto no es nada dramático. 

¿Asistirá al estadio para ver a Junior?

Yo soy juniorista con Giovanni o sin Giovanni. Quiero que a Junior le vaya bien. Se está conformando un gran equipo, han llegado futbolistas muy profesionales y hay jóvenes talentosos, Quintabani es un ganador, están todos los ingredientes, hay que cocinarlos con amor.

¿Hay gente que se quiere aprovechar del Junior?

Sí. Al Junior le han dado mucho palo, lo han usurpado demasiado. Mi propósito era tratar de defenderlo, de pelear por su dignidad, que no lo chantajearan más. 

¿Habló con Giovanni Hernández cara a cara?

Claro que hablé con él. Muchísimas veces por celular y frente a frente. Fueron conversaciones bastante desagradables.

¿En qué sentido?

En la desconfianza, en los argumentos, en todo lo que él consideraba que debía ganar...

¿Cuál fue el momento en que usted dijo: no más?

Fue el día miércoles que me agoté y me di cuenta que ya no era un tema de dinero. Era de respeto y dignidad, ya era demasiado abuso y falta de consideración con una familia y una ciudad que le ha entregado mucho.

¿La presidencia más corta en la historia del Junior?

Yo creo que sí, un mes nada más. De estas cosas yo salgo fortalecido, me hacen crecer, me hacen más grande y duro. Todavía estoy joven. Lo importante es que tengo a mis hijos, tengo a mi familia. Ellos me respaldan.

¿Volverá a ser presidente del Junior?

No, por ahora no, no lo veo.

Fuad char arregló todo

Una llamada mañanera despertó la negociación entre Junior y Giovanni Hernández. Arturo Char ya la había dado por muerta el jueves, pero su padre Fuad Char la revivió el viernes.

El Senador, que es uno de los máximos accionistas del equipo junto a sus hermanos Farid y Simón, agarró el teléfono, se comunicó con Giovanni y su representante, Alex Ríos, y los citó en una de sus oficinas.

“Hablando de una manera importante con la cabeza visible del Junior, que es don Fuad, se llegó a un feliz término”, declaró Giovanni al final de un largo encuentro con el gerente, Héctor Fabio Báez, ya en la sede del club.

“Yo ya firmé. Voy a jugar en Junior y eso es lo más importante”, señaló Giovanni sin dar mayor información sobre la forma en que se logró el acuerdo y todo lo que fue el reversazo.

“Era un pequeño detalle y simplemente eso... Yo estoy para jugar al fútbol y tratar de dar lo mejor, yo sé que le va a gustar a muchos y a otros no”.

LA NOVELA

Arturo Char avisa

El presidente anuncia que Giovanni Hernández debe rebajar sus pretensiones económicas. De lo contrario ve difícil su continuidad en el equipo.

El respaldo de su padre

Fuad Char, en entrevista con EL HERALDO, ratificó que había que renegociar con Giovanni o debía marcharse del club por cuestiones financieras.

Macnelly y apoyo de la gente

Tras el anuncio de los directivos, los hinchas protestaron y algunos (unos 40) hasta marcharon, mientras Junior hablaba con Macnelly Torres.

Comienzan los diálogos

Giovanni dice que está dispuesto a bajar si le firman dos años de contrato. Arranca el ‘tira y jala’. Logran un acuerdo verbal y el volante llega a Barranquilla. 

Listo para la foto del adiós

Ya en la ciudad, el jugador presiona con la oferta de Universitario, quiebra el arreglo verbal y hace nuevas peticiones. Arturo Char anuncia que no va más.

Se va... amañando

Después de la confirmación oficial de la salida de Giovanni, la novela da un giro sorpresivo, Fuad Char desautoriza a su hijo, y el caleño firma por dos años. ¿Fin? ¡quién sabe!

viernes, 17 de diciembre de 2010

Giovanni Hernández listo pa´ la foto 





Giovanni Hernández en medio del acoso de la prensa y de los hinchas, en el Romelio.Foto Cristian Mercado

Todo tiene su finaal, nada dura para siempreeee”. La voz de Héctor Lavoe (q.e.p.d.) con la Orquesta de Willie Colón, no miente. Ahora sí se acabó la historia de Giovanni Hernández en el Junior. Se pasó la página, terminó el suspenso, finalizó la novela. Después de varias semanas de dimes y diretes, tira y afloja, llamadas van y llamadas vienen, exigencias, solicitudes, ofertas internacionales, estrategias de negocio y acuerdos verbales que se llevó el viento, Arturo Char Chaljub le puso la lápida al culebrón.

“Este es el final de la novela: Giovanni no va más en el Junior”, sentenció el presidente rojiblanco a EL HERALDO, ayer a las 11:13 a.m.

Una hora y 23 minutos antes, Giovanni había advertido que su continuidad en el equipo se debía resolver lo más pronto posible porque de lo contrario se marcharía al fútbol peruano, donde lo esperaba una jugosa oferta del Universitario, que le “aumentaba el 40% de lo que venía devengando en el Junior”.

“Si no arreglo hoy me voy mañana. No me puedo quedar sin el pan y sin el queso”, anunció el caleño a las 9:50 a.m. en la Unidad Básica de Atención Once de Noviembre, de Coomeva, donde todo el plantel se practicó los exámenes médicos.

El volante creativo le reconoció a EL HERALDO que incumplió su palabra al cambiar las condiciones de la renovación del contrato que habían sido concretadas telefónicamente el jueves de la semana anterior con la cúpula juniorista. Sin embargo, justificó su acción señalando que los dirigentes también le quedaron mal a él durante la negociación.

“Voy a ser sincero: ellos una vez dieron su palabra y la cambiaron, después yo la di y la cambié. Estamos empatados en eso, estamos a mano, esa es la realidad”, alegó Hernández.

Más abierto y directo que de costumbre, Giovanni explicó que aceptó que los directivos del Junior le rebajaran el 30% de su salario porque le concedieron extender su vínculo laboral por dos años, pero indicó que después de escuchar la propuesta económica de Universitario decidió plantearle a los jefes rojiblancos que el descenso en su sueldo sólo fuera del 25%. 

Ahí radicó la diferencia económica y el derrumbe del acuerdo oral, según el mediocampista.

No obstante, Arturo Char dio a entender que más allá de la discrepancia financiera que surgió a último momento, que sólo era del 5%, lo que generó la determinación final fue la actitud de Giovanni ante algo ya pactado. Incomodó la presión que el jugador ejerció a través de la oferta de Universitario.

“Para que las cosas marchen debe existir un nivel de confianza y respeto de ambas partes. No se dieron los ingredientes para llegar a un feliz acuerdo”, apuntó Char.

La cabeza visible de la directiva negó que hubiesen faltado a su palabra en acuerdos anteriores, como señaló el jugador.

“En este proceso largo por supuesto que hubo puntos donde avanzábamos y después retrocedíamos, el tira y afloja permanente que ustedes conocieron hasta llegar al acuerdo final”.

Acuerdo que se llevó las brisas decembrinas. Colofón de una novela, cuya banda sonora podría ser la popular canción del Cantante de los Cantantes: “Todo tiene su finaaalll, nada dura para siempreee...”.

Comunicado del Junior

La Corporación Popular Deportiva Junior se permite informar a la opinión pública en general y a los aficionados en particular, que no será renovado el contrato existente con el centrocampista Giovanni Hernández Soto. 

Junior hizo todos los esfuerzos para que el buen volante colombiano continuara en las filas rojiblancas después de lo entregado por él a lo largo de estos tres años al servicio del sentimiento tiburón. 

Infortunadamente, las condiciones de una nueva contratación convenidas por Junior con Giovanni Hernández y su representante, fueron cambiadas a último momento por el jugador. 

La institución agradece la entrega, trabajo y sacrificio aportados por el jugador mencionado durante estos años a Junior, donde se disputaron dos finales, se ganó un título y se obtuvieron dos participaciones en Copa Libertadores de América. 

Su profesionalismo, goles y trabajo serán siempre recordados en los corazones de todos los junioristas.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Continuidad de Giovanni Hernández en el Junior de 2011 es incierta

Continuidad de Giovanni Hernández en el Junior de 2011 es incierta




El primer día de la era de Óscar Héctor Quintabani en el Junior comenzó con un nuevo capítulo de la novela sobre la continuidad de Giovanni Hernández.

Parecía que el culebrón había terminado a las 11:55 p.m. del jueves de la semana anterior cuando el propio jugador, su representante, Alex Ríos; y los directivos rojiblancos confirmaron que lograron un acuerdo verbal para renovar el contrato y que sólo faltaba estampar la firma.

Sin embargo, la película dio un nuevo giro ayer en la mañana, en el inicio de la pretemporada del equipo en la sede Adela de Char en Sabanilla.

Giovanni Hernández sorprendió a todos los periodistas que lo abordaron al decir que su situación con el Junior todavía no se encuentra arreglada y que recibió ofertas de varios equipos internacionales.

¿Cómo así? ¿Qué pasó? ¿No estaba todo listo? ¿Por qué cambiaron las cosas si la semana pasada todas las partes dijeron que el convenio era un hecho? El bombardeo de preguntas no se hizo esperar. 

“No es de cambiar, es de mirar las condiciones cómo son, es como todo. Se había acordado los dos años de contrato, ahí no hay ningún inconveniente, ahora hay que ponerse de acuerdo en las cifras. Eso es lo único que hay que arreglar”, dijo Giovanni Hernández. 

“Yo manifiesto lo mío y Junior lo suyo, ya. Hay que esperar para ver qué decisión se toma”, agregó el jugador.

Las respuestas resolvieron poco. Lo que estaba claro era la prolongación del novelón harto en que se ha convertido ese tira y jala entre los dirigentes y Giovanni por la renovación de su vínculo laboral.

El presidente del Junior, Arturo Char, presente en el arranque de los trabajos de la escuadra rojiblanca, corroboró que el punto de acuerdo que se había redondeado se desbarató y explicó que existía de parte del jugador una nueva solicitud, que debía llevar a la Junta Directiva para su aprobación. 

“Conversamos durante mucho tiempo con Giovanni y su representante, y llegamos a un punto de acuerdo. Pero anoche (el martes) él me dice que ha recibido nuevas ofertas para ir al fútbol del exterior. Yo voy a manejar esa información con la Junta”, explicó Char.

“No sé hasta donde aleja eso las cosas, voy a sentarme con la Junta y el representante de Giovanni”, añadió.

De todas formas, jugador y directivo muestran tranquilidad y creen que se puede pactar por fin un entendimiento.

“Yo estoy aquí, entrenando con el Junior, eso muestra lo que deseo... Lo que pasa es que van surgiendo cosas, a uno como jugador se le presentan posibilidades, pero siempre les hablé de la palabra respeto por una institución que me ha dado todo”, manifestó el ‘10’. 

“Giovanni está aquí porque quiere estar en Junior, lo he sentido así. Su sueño es terminar su ciclo como futbolista aquí, se siente feliz en la ciudad, los junioristas lo quieren mucho, mi familia le ha profesado un cariño especial, yo creo que ya estamos listos para cerrar esta novela”, puntualizó el presidente.

Hoy llegan dos refuerzos

Junior formalizará hoy dos nuevos refuerzos. El brasileño Anselmo De Almeida y Juan David Valencia, hermano del zaguero John Valencia. El defensa central y el lateral izquierdo arribarán hoy a Barranquilla para practicarse los exámenes médicos, firmar su contrato y ponerse a órdenes del técnico Óscar Héctor Quintabani. Ambos venían actuando en el Medellín. John Viáfara arregló su vinculación el martes.

Así va el Junior

Salieron: Didier Muñoz, Felipe Benalcázar, Cristian Villate, Pedro Tavima, Roller Cambindo, Román Torres, Fram Pacheco, Alex Jaramillo, Jorge Casanova, Henry Rojas y Paulo César Arango.

Entrenaron ayer: Luis Estacio, Carlos Rodríguez, José Luis Chunga, Luis Valencia, Miguel Torres, Hayder Palacio, Luis Caballero, Jaider Romero, John Valencia, Braynner García, Armando Nieves, César Fawcett, Dámaso Pichón, Arol Reyes, Jossymar Gómez, Francisco Rodríguez, Wainer Caneda, Vladimir Hernández, Rodrigo Meléndez, Jairo Umaña, Julián Barahona, Alan Navarro, Giovanni Hernández, Luis Sierra, Johnathan Boiga, Leiner Escalante, Jenaro Herrera, Carlos Bacca, Alfredo Padilla, Luis Carlos Ruiz, Norvey Orozco, Wilmer Parra Cadena y Sergio Martínez.

En veremos: Víctor Cortés.

Llegan: Juan David Valencia, Anselmo De Almeida. y John Viáfara.

Están cerca: Aldo Bobadilla y Alexánder Mejía.

Otras posibilidades: Iván Vélez, Alexis Henríquez, José Amaya, Macnelly Torres, David Ferreira, Carlos Carbonero y Fernando Uribe. 

*Así marchaban las cosas hasta anoche. Sólo 30 jugadores podrá inscribir el Junior ante la Dimayor, lo que quiere decir que no todos los que comenzaron a entrenar ayer se van a quedar en la nómina. 





Giovanni Hernández entrenó ayer con normalidad en la sede Adela de Char. Permanecerá en Barranquilla hasta que se resuelva su situación. Foto Cristian Mercado

martes, 14 de diciembre de 2010


En el día de su patrona, santalucenses crearon un nuevo pueblo en Bolívar

Santa Lucía. 


Humberto Mendoza entierra en la arena el cuarto palo que servirá de columna a su nuevo rancho, solo ha dormido tres horas en los últimos dos días. Son las 8 de la mañana del 13 de diciembre, día de Santa Lucía, patrona de los ciegos y abogada de los problemas de la vista. A esa hora más de 300 personas del municipio que lleva el nombre de la santa construyen una improvisada población al otro lado del Canal del Dique.

Como el resto de sus compañeros de ‘naufragio’ Humberto mira desde lo alto del cerro como su antigua casa es consumida totalmente por el monstruo indomable que mueve las aguas del Canal del Dique. La corriente pudo más que la fe y el cerro que se formó después de un dragado reciente del río se convirtió en el único ‘santuario seguro’. A la mayoría de ellos les tienen sin cuidado los trabajos de ingeniería en el boquete. “De todas maneras hay que volver a empezar”, dicen.

Usando pequeñas chalupas y canoas los santalucenses pasan lo que les quedó hacia la otra orilla, que es jurisdicción de Calamar, Bolívar. En dos días ya han levantado casi 60 ranchos. La mayoría de ellos vivían en el barrio Abajo y ninguno tiene para donde irse. La lluvia es su principal enemigo.

A pesar de la pobreza y del cansancio trabajan unidos. “Esta es la única opción”, dice Sandra Mercado. “Las cuentas quedaron en cero, el agua se llevó lo poquito que teníamos”, remata mientras atiza un fogón enterrado en el piso, que inunda de pescado frito las narices y bocas hambrientas.

Por todos lados hombres se ocupan en las nuevas viviendas, mientras los niños se encargan de las aves de corral y el poco ganado.

La imagen podría ser la de un grupo de peregrinos conquistando nuevas tierras, pero no es más que el instinto de supervivencia venciendo la amenaza latente.

Por ahora solo quieren cobertores plásticos y maderas para terminar de edificar.

Sin embargo, después de 48 horas no han recibido la primera ayuda más allá de la colaboración de los hombres de la Armada, el Ejército y la Naviera Fluvial Colombiana para terminar de pasar sus cosas.

Simón y Daniel. Simón Jiménez lleva sobre sus hombros el peso de cinco hijos y bajo ellos la empuñadura de dos muletas de madera. Su movilidad limitada producto de una poliomielitis sufrida al año de nacido, no ha sido impedimento para salvar a su familia y calmar a su hija Martha, quien lleva el día entero con dos boquetes abiertos en el canal de sus lágrimas.

A su lado Daniel, el hijo mayor, ejecuta las órdenes del Gran Jefe. Da de comer a las ocho gallinas y a los dos cerdos en el borde de la montaña. Mientras Simón estira y pone al sol los registros civiles de los niños y las escrituras de la casita. “Casi quedamos hasta sin nombres”, dice mientras desenvuelve los empapados papeles.

Al caer el mediodía, Humberto recuerda que es el día de Santa Lucía, la noticia se riega de boca en boca. La Santa no recibirá homenajes hoy, el agua ya habrá apagado las pocas velas que le encendieron y la procesión no salió. Tristemente se ríen de su destino. Recuerdan los años pasados y la fiesta. No saben cómo se va a llamar el nuevo pueblo. “Si nos dejan”, grita una voz femenina. Y Humberto dice, no, se llamará Arenal, ‘Arenal de la montaña’ como este sitio que nos salvó la vida.

Llamado desde Candelaria

“A la madre naturaleza no hay que llevarle la contraria”, advierte Tatiana Valencia, damnificada de Candelaria. Se refiere al momento crítico que atraviesa la emergencia en el sur del Atlántico. El agua que se está derramando por el Canal del Dique ha inundado Campo de la Cruz, Manatí y Bohórquez, y sigue avanzando hacia Puerto Giraldo. Pero resulta que se ha topado con ‘trincheras”, muros de contención para intentar que no avance más. “Si el cauce del agua es ese, hay que dejarla seguir”. Por el represamiento, el nivel del agua aumenta y ha empezado a rebosar la última barrera: la carretera Oriental. Si lo logra, se conectará con el río Magdalena y quedará poco por hacer. “Pedimos que la Gobernación no siga atrincherando. Eso bota agua con una fuerza impresionante, y va a terminar dañando la carretera”.



lunes, 13 de diciembre de 2010


Los guerreros del boquete lo dan todo por vencer al Canal del Dique



Una batalla libra Anuar Gamero en la boca del monstruo marrón que devora el Atlántico desde el sur. Lucha contra ese río que solía darle de comer. Y por instantes, deja de ser un pescador de 22 años. Se convierte en lo más cercano que algún criollo contemporáneo estará de los héroes mitológicos.

El Magdalena, encausado por el Canal del Dique, arremetió contra el muro que lo contenía e inundó 5 municipios. Se cansó de las agresiones constantes de la humanidad en su contra: las talas, las quemas, las toneladas de contaminación.

Ahora, es un hombre común y corriente el que desafía la furia de esa naturaleza que convulsiona, y amenaza con arrasarlo.

De la fuerza de los brazos de Anuar depende que las bases de la nueva barrera que se está construyendo no sean arrastradas por el torrente.

Llega a las 6 de la mañana al boquete por el que se está derramando el Canal, en una chalupa que le cobró $3 mil desde su hogar en el corregimiento de Las Compuertas. Pasó toda la noche alzando muebles en su casa. Allí el agua ya llega a la cintura. Dejó a su esposa Meverly, y a sus hijos, Janier y Sebastián, en la casa de un vecino, en una loma seca. “Mientras buscamos a dónde salir”.

Toma el arnés, y en un par de minutos viste la túnica de protección. Pero le sobra un gancho. “¿Y esta jodía dónde va?”, pregunta sin esperar respuesta. Lo tira a un lado, y le amarran una cabuya a la espalda. Usa el retazo de una camiseta negra a modo de pañoleta, amarrada en la cabeza con actitud de corsario.

Brinca al filo del boquete, sin tiempo para perder. Es la punta de lanza de un escuadrón de unos 60 trabajadores; respaldado por una decena de carros de batalla, volquetas, y elefantes de guerra, retroexcavadoras de brazo mecánico. Sus compañeros agarran el extremo de la cabuya. Arrugan la cara cuando pasa un remolcador que arruga la superficie con olas que sacuden los pies de Anuar.

Con el torrente de agua rugiendo en las pantorrillas, y la retroexcavadora respirándole aire caliente en la espalda, Anuar hunde una vara para medir la profundidad que tiene al frente, a la vanguardia del ‘Tajamar’ en construcción.

Indica entonces dónde debe la máquina soltar la próxima Big Bag, bolsones repletos de arena. Cuando cae, tensiona una cuerda y la amarra, conteniendo al monstruo que a cada segundo extiende sus tentáculos de tragedia.

Cuando hay suficientes bolsas de arena para que una quede a flote, salta sobre ella, vuelve a medir con su vara, y repite la secuencia. Lo hará todas las veces que alcance hasta las 12 del medio día. Almorzará, y seguirá desde las 2 de la tarde hasta las 6. Volverá a su casa a batallar en sus propios cuartos, y a final de mes cobrará un sueldo mínimo.

Entre los que llenan las bolsas está un verdadero guerrero, de 32 años. Edgardo Guerrero Gallardo, que desde junio vio como se ahogaban sus cultivos de maíz, yuca y auyama. Amarra su pantalón con una pita de bollo, y tras el casco deja caer la tela de una camiseta, como un legionario en el desierto.

Estaba aquí cuando vino el presidente Santos. Recuerda que le agradeció la misión que decidió aceptar. “Es necesario cerrar esta zanja, si no se contiene, va a seguir”.

Teme que si no lo logran, el agua alcance hasta Ponedera, y luego Malambo.

Pero cree en lo que hace, y presagia el final de la tragedia, gracias al esfuerzo suyo y de muchos. “Dándole duro. Esto se secará y la gente va a venir a reconstruir, a cultivar, a traer el ganado”.



Anuar Gamero coordina la instalación de las bolsas de arena, desde el lecho del Canal.Foto: Luis Rodríguez